Jonathan dejó su casa esta mañana como cualquier otro día. Fue a la estación de teletransportación cerca de su casa; estaba extrañamente llena de gente. Le preguntó a un guardia de seguridad qué había pasado recién y éste le dijo que tuvieron unos problemas con una capsula unos minutos atrás pero nada de qué preocuparse. Funcionaba muy bien ahora.
Con su traje negro, Jonathan entró a una capsula para dirigirse a su oficina. Algo salió mal y no apareció en la siguiente estación como debía. En vez de eso, apareció en algún tipo de base militar. “¿Qué demonios pasó?” se preguntó. Estaba solo. Entró a la cápsula otra vez y presionó el botón. Ahora apareció en otra estación de teletransportación pero esta vez fue en Tokio, Japón. Se asustó y entró a la cápsula una vez más y presionó el botón otra vez. Apareció en un palacio con un montón de pinturas en los muros. Se puso curioso por este lugar y empezó a mirar por todos lados. Escuchó algunas personas hablar alemán en la habitación contigua y silenciosamente se acercó. Por suerte, el conocía un poco el idioma porque lo estudió por un semestre.
Descubrió que algunos científicos en China habían descubierto la clave en el sistema de teletransportación que podía teletransportarte a cualquier lugar que quieras. Los alemanes querían este secreto a toda costa y eran capaces de empezar una guerra nuclear por esto.
Sabiendo esto, Jonathan volvió a la cápsula pero esta vez no funcionó. Jonathan intentó como 3 veces hasta que pudo ser teletransportado a otro lugar. Esta vez fue la casa blanca y tan pronto como apareció, algunos guardias de seguridad y agentes del servicio secreto lo apuntaron con un arma: “¡Quieto!” le dijeron. Jonathan quedó sin habla. Les dijo que era un error y que no sabía cómo llegó ahí. 2 agentes lo tomaron y lo llevaron donde el presidente que estaba en una reunión. Desde afuera Jonathan pudo escuchar que los Americanos también querían el secreto de la teletransportación a toda costa. Jonathan se dio cuenta de que estaba en grandes problemas. Él podría haber sido el primero en ser teletransportado tan lejos de su hogar y no tenía idea de cómo demonios pasó. Pensó en alertar a los científicos Chinos antes de que fuera demasiado tarde pero no pudo escapar de los agentes.
Después de unos minutos esperando al presidente, a Jonathan se le ocurrió una idea para cumplir lo que el creyó era su misión: detener la tercera guerra mundial. Tomó el arma de un agente y lo apuntó a su cabeza. Con este rehén, se las arregló para llegar a la cápsula. Presionó el botón y apareció en